martes, 22 de octubre de 2013

LAS AUTONOMÍAS INDIGENAS EN AMERICA LATINA. Francisco López Bárecenas (Fragmento)


Tiempos de autonomías
 
En América Latina se viven tiempos de autonomías. De autonomías indígenas. El reclamo se posicionó como demanda central de los movimientos indígenas en la década de los noventas del siglo XX y se consolidó a principios del siglo XXI. No es que antes no existiera, al contrario, desde la época de la conquista -española en unos casos, portuguesa en otros- hasta la consolidación de los estados nacionales, desde las rebeliones de Lautaro, en tierras mapuches, Tupac Amaru, Tupac Katari y Bartolina Sisa, en tierras andinas, hasta las de Jacinto Canek en tierras mayas contra el poder colonial; pasando por las de el Willka Pablo Zarate en Bolivia, o las de Tetabiate y Juan Banderas entre los pueblos yaquis de
México, durante la época republicana, o las de Emiliano Zapata en México y Manuel Quintín Lame en Colombia, durante el siglo XX, hasta la rebelión del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, también en tierras mayas, a finales del siglo XX y principios del siglo XXI, las luchas de resistencia y emancipación de los pueblos indígenas han estado permeadas por las reivindicaciones autonómicas; no siempre con ese nombre, pero si con los mismos proyectos utópicos, que pasan por ser pueblos con derechos plenos, territorios, recursos naturales, formas propias de organización y de representación política ante instancias estatales, ejercicio de la justicia interna a partir de su propio derecho, conservación y desarrollo de sus culturas y elaboración y ejecución y puesta en práctica de
sus propios planes de desarrollo, dentro de sus demandas más significativas.
 
 
El surgimiento de los pueblos indígenas como actores centrales de los nuevos movimientos sociales no ha sido fortuito. En ello han sido determinantes los nuevos rumbos que el imperialismo capitalista ha tomado para entrar en una nueva fase económica que diversos analistas denominan acumulación por desposesión1. Te acuerdo quienes suscriben esta tesis, una vertiente importante del capital se está enfocando a despojar a los pueblos de sus riquezas naturales. Aguas, bosques, minas, recursos naturales y los saberes ancestrales y conocimientos asociados a su uso común se están perdiendo el carácter de bienes comunes que por siglos han mantenido para beneficio de la humanidad, convirtiéndose en propiedad privada y por lo mismo en mercancía, lo que representa un nuevo colonialismo, mas rapaz que sufrido por los pueblos indígenas de América Latina durante los siglos XV y XVIII.
Los pueblos lo saben por eso lo resisten y luchan por liberarse de él.
 
 
El asunto no es para menos. Así lo ha entendido la misma Agencia Central de Inteligencia americana (CIA), quien desde principios del siglo XX advertía que los movimientos indígenas serían uno de los principales desafíos a los gobiernos nacionales en los próximos 15 años, los cuales, desde su punto de vista, se incrementarían ‘facilitados por redes transnacionales de activistas de derechos indígenas, apoyados por grupos internacionales de derechos humanos y ecologistas bien financiados’. ‘Las tensiones –añadía el informe- se intensificarán en un área desde México a través de la región del Amazonas’.2  Más recientemente, el representante de los Estados Unidos para América Latina en Asuntos Hemisféricos, John Dimitri Negroponte, refiriéndose al triunfo del aymara Evo Morales Ayma en las elecciones presidenciales de la república de Bolivia, afirmó que los movimientos subversivos están haciendo mal uso de los beneficios de la democracia y eso pone en peligro la estabilidad de los Estados nacionales en toda América Latina.
 
 
Los movimientos de los pueblos indígenas y su lucha por la autonomía son una preocupación para los grupos económicos y políticos dominantes, porque forman parte de otros movimientos sociales de América Latina que resisten a las políticas neoliberales y sus efectos sobre la humanidad, pero también son parte integrante de los amplios sectores sociales que impulsan propuestas alternativas que buscan remontar la crisis civilizatoria en que se encuentra el mundo, que se materializa en crisis económica, política, ecológica y, sobretodo, del horizonte humano. Sólo que a diferencia de los demás movimientos, los que protagonizan los pueblos indígenas y sus organizaciones son más radicales y profundos en sus planteamientos, tanto por los métodos de lucha que han utilizado para hacerse presentes -la mayoría de las veces de manera pacífica pero cuando esto no es posible de manera violenta- como porque sus demandas para ser posibles requieren de una transformación profunda de los Estados nacionales y sus instituciones, que prácticamente nos llevaría a la refundación de los Estados en latinoamérica.
 
 
El reclamo de los pueblos indígenas para que se reconozca su autonomía tiene otro componente que pone a pensar a las clases hegemónicas que detentan el poder en cada uno de los estados de América Latina donde suceden. Éstos se presentan justo cuando los estados entran en un fuerte debilitamiento, producto del empuje de las fuerzas económicas internacionales para que se vayan retirando de la esfera pública, reduciéndolos en la práctica a simples gerentes de los intereses capitalistas. Paradójicamente, son esas mismas clases sociales las que ponen el grito en el cielo ante el reclamo indígena de reformar o refundar los Estados para hacerlos funcionales a las realidades pluriétnicas de sus habitantes, afirmando que de aceptarse los reclamos de los pueblos indígenas los estados terminarían hechos pedazos. Aunque la realidad es otra, si se pactara un nuevo estado en donde los pueblos indígenas fueran reconocidos como sujetos políticos autónomos, seguramente los estados se fortalecerían y entonces las fuerzas económicas del libre mercado perderían hegemonía en el diseño de sus políticas antipopulares.
 
 
El argumento ha sido usado por los poderosos para diseñar verdaderas políticas de contrainsurgencia con las que enfrentan a los movimientos sociales y sus aliados, bajo el argumento de la defensa de la soberanía nacional, lo cual ha sucedido de muy diversas maneras. En algunos casos entre los que se cuentan los de Bolivia y México, el Estado ha confrontado directamente a los movimientos indígenas, inclusive movilizando su aparato militar fuera de los marcos constitucionales; en otros como Panamá, Nicaragua, y en alguna medida Ecuador –sobre todo en la parte andina-, han optado por el uso de una ‘estrategia envolvente’ para recuperar los espacios perdidos; en estos casos no se llega a la confrontación violenta sino se opta por el uso de los partidos políticos como mecanismo de control, ofreciendo causes para acceder al poder, que terminan siendo formas de control y desarticulación; otra estrategia usada es el aislamiento, como se ha hecho en Brasil y parte del Ecuador, donde se ha dejado el campo abierto para que sean las compañías transnacionales que se apropian de los recursos naturales las que enfrenten directamente el descontento indígena mientras el Estado actúa como si nada pasara.3
 
 
Digámoslo con toda claridad. Los pueblos indígenas de América Latina luchan por su autonomía porque en el siglo XXI siguen siendo colonias. Las guerras de independencia del siglo XIX acabaron con la colonización extranjera –española o portuguesa- pero quienes accedieron al poder siguieron viendo a los pueblos indígenas como colonias. Colonias que las clases hegemónicas escondieron tras la mascarada de los derechos individuales y la igualdad jurídica, pregonadas por el liberalismo decimonónico y que, ante la evidencia de la falsedad de ese argumento, ahora se esconden bajo el discurso del multiculturalismo conservador, que se manifiesta en reformas legales que reconocen las diferencias culturales de las poblaciones de los estados pero este sigue actuando como si no existieran. Todo eso mientras los pueblos indígenas de América Latina sufrían y sufren el poder de un colonialismo interno. Por eso los movimientos indígenas, a diferencia de otros tipos de movimientos sociales, son luchas de resistencia y emancipación. Por eso su demanda se aglutina en la lucha por la autonomía, por eso las preocupaciones de las fuerzas imperiales aumentan en la medida en que los movimientos crecen, por eso es que el logro de sus demandas implica la refundación de los Estados nacionales.
 
 
¿Pero cómo llegamos a esta situación? ¿Cómo se materializan las luchas por la autonomía y qué peligros enfrentan? ¿Qué futuro puede avizorarse de ellas? Son preocupaciones que rondan en los pensamientos de actores de los movimientos indígenas y de los que no lo son pero apoyan sus causas porque las consideran justas. Buscando respuestas a estas interrogantes se ha escrito el presente documento. Comienza con la época colonial y la invención del indio por los colonizadores, para rastrear el fondo del problema; pasa por la creación de los Estados nacionales y el colonialismo interno impulsado por la burocracia estatal y las clase a la cual representaba; trata de explicar el colonialismo interno y su relación con las políticas indigenistas, y como los movimientos indígenas han cuestionado estas y luchado por construir su autonomía. Después de esto se pasa a un breve recuento de las tendencias autonómicas para seguirnos con una explicación de las razones en que se fundan los reclamos indígenas de autonomía, los sujetos titulares del derecho, las enseñanzas que nos dejan los procesos autonómicos, para cerrar con unas reflexiones finales.
 


 

 
 
 
 

 


jueves, 3 de octubre de 2013


Primer Festival y Encuentro de

Lenguas Indígenas en Baja California

Ensenada B.C. 11 y 12 de octubre de 2013

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Viernes 11 octubre   Casino/Riviera

8:00-09:00        Registro de participantes      /Riviera

09:00:10:00       Inauguración      Casino/Riviera

10:00-11:00       Conferencia Magistral: Situación actual  de los derechos de los pueblos indígenas y sus lenguas en México     Conferencista: Antrop: Arnulfo Embriz- director de políticas lingüísticas del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas  (INALI) Salón Casino/Riviera

11:01-11:10       RECESO

11:11- 15:00

        Instalación de mesas de trabajo

Eje temático de la Mesa 1: revitalizar, fortalecer, preservar y promover el desarrollo de las lenguas indígenas en Baja California.

Eje temático de la  Mesa 2: Situación de los derechos indígenas y sus lenguas en Baja California.

Eje temático de la Mesa 3: Instrumentos y normas jurídicas necesarias que contribuyan al desarrollo de pueblos y lenguas indígenas de Baja California  

Coordinador y un relator por cada mesa de trabajo.

Mesa 1: Mtro. Tiburcio Pérez Castro

Mtro. Juan José Delgado

Mesa 2: Antrop: Claudia E. Delgado Ramírez

Antrop: René Ruiz Robles

Mesa 3: Dr. Gaspar Rivera Salgado (UCLA).

Lic. Francisco López Bárcenas       

Salón Casino/Riviera

15:01-16:00       Comida      Comisión organizadora         Patios de Riviera

16:01-20:00       Festival artístico cultural       Festival de Lenguas          Plaza Cívica de la Patria

 

Viernes 11 de octubre Plaza Cívica de la Patria

10:00        Inicio de actividades/ apertura de los locales de exposiciones.        Comisión Cultural         Plaza Cívica de la Patria

10:00-12-00       Música Ambiental Comisión Cultural.        Plaza Cívica de la Patria

12:15- 13:00      Inauguración de la Exposición       Presidente Municipal de Ensenada: Enrique Pelayo Torres       Plaza Cívica de la Patria

13:01-13:30

        Recorrido por la exposición.

        Invitados de Honor

        Plaza Cívica de la Patria

13:30-15:00       Música ambiental

        Comisión Cultural

        Plaza Cívica de la Patria

15:01-17:00       La Guelaguetza

        Coordinación Estatal de Educación Indígena.   Plaza Cívica de la Patria

17:01-17:30       Yan di ja ta (vuelo de la paloma-mixteco)        Comité Rescate de la cultura de San Martín Peras.      Plaza Cívica de la Patria

17:31-18:30       Música autóctona Grupo de Música los Macizos de la Col. Vicente Guerrero.        Plaza Cívica de la Patria

18:31-19:30       Música autóctona Trío indígena: los herederos de Nayar (Rosarito, B. C.)  Plaza Cívica de la Patria

20:00        Cierre de actividades  

Sábado 12 octubre Plaza Cívica der la Patria

9:00- 9:30 Acto Cívico Comisión Organizadora Plaza Cívica der la Patria

9:31- 10:30       Conferencia: Los sistemas normativos internos en los pueblos indígenas de Oaxaca.        Lic. Romualdo Juan Gutiérrez Cortes. Subdirector de gestión, concertación y enlace del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante    Salón Casino/ Riviera

10:31-11:30       Conferencia magistral: video "El fuego y las cenizas. Los pueblos mixtecos en la guerra de independencia"     Lic. Francisco López Bárcenas    Salón Casino/ Riviera

11:31- 11:50      RECESO

11:51-14:50       Integración de la plenaria y resolutivos   Relatores con el apoyo de coordinadores    Salón Casino/plenaria

14:51-15:00       Clausura    Lic. Juan Malagamba Zentella delegado CDI-BC    Salón Casino /Riviera

15:01-16:00               Comida     

16:00-20:00       Festival artístico Cultural       Festival de Lenguas        Plaza Cívica de la Patria       

Mayores informes en los teléfonos:

6461290096; 6461221084 Tijuana 664 3068720,

San Diego 619 6093428

miércoles, 21 de agosto de 2013

CENSURA EN EL PERIÓDICO LA JORNADA


 
El día de hoy (21/08/13) salió una artículo en La Jornada titulado “Oaxaca: el costo de ser diferentes” de Carlos Martínez García en el que defiende los “derechos religiosos” de uno grupo de evangélicos que están en conflicto con los derechos comunitarios en los usos y costumbres de la comunidad de San Francisco Tutepetongo, Cuicatlán, Oaxaca.
 
Me permití hacer un comentario a la nota y fue censurado porque difiere del criterio del Sr. Martínez García. El comentario fue el siguiente:
 
Lo escrito por Carlos Martínez es una clara evidencia de la incapacidad histórica que tiene la cultura dominante de conocer y entender la milenaria filosofía de los pueblos y culturas originarias. La agresión más fuerte a los pueblos originarios es justamente a su forma de vida, cambiando ésta, pueden cambiarlo todo y así entrar los partidos políticos y las empresas a explotar y depredar. La esencia de la forma de vida es la comunalidad y las fiestas patronales son un vehículo de cohesión. Las fuerzas económicas y políticas han encontrado en las sectas religiosas un eficiente “Caballo de Troya”, -que es financiado desde fuera por los enemigos de la “democracia participativa”-, destruye la comunalidad con discursos legaloides de las leyes de la cultura dominante.”
Por la noche me comuniqué con el Sr. Arturo García de la Jornada y al preguntarle cuál había sido la razón de la censura, de manera violenta me dijo que “por el hecho de haber incluido la dirección del sitio www.toltecayotl.org no lo publicaron”, le argumenté que tengo tiempo de terminar mis comentarios con esa dirección como refernte y que nunca me los habían censurado y me respondió, “han cambiado las políticas y no es censura”. Es interesante que sea el mismo argumento que usan en el gobierno y la IP para censurar… “las políticas”, o sea que… “hágale como quiera, pero esto no pasa. www.toltecayotl.org  

jueves, 18 de julio de 2013

Laurette Sejurné


Modelo perfecto de concisión, el quincunce es de una complejidad más rica todavía. Se ha demostrado ampliamente que la revolución sinódica de Venus, de 584 días, tenía en Mesoamérica un papel primordial. Los cálculos que recubren las estelas y los códices mayas, por ejemplo, tienen por fin principal registrar las conjunciones, pasadas y futuras, del planeta y del sol sobre lapsos considerables (Fig. 1). A consecuencia de que el cómputo de los años venusianos se efectuaba por grupos de cinco (correspondientes a ocho años solares), el cinco es igualmente la cifra de Venus y, por tanto, de Quetzalcóatl.



Figura 1. El rostro simboliza el Quinto Sol y el signo de Venus alternados, forman el marco de una puerta de los palacios teotihuacanos 



Figuras 2 y 2-A. Los cinco puntos en cruz o quincunce. Es el signo más frecuentemente empleado en el lenguaje simbólico mesoaméricano.



En su más simple expresión, está constituido por cinco puntos encerrados o no en un cuadrilátero (Figs. 2 y 2-A), que simbolizan la piedra preciosa, emblema del Sol, del corazón humano y del calor. La figura 2-A se encuentra sobre una imagen teotihuacana del Dios del Fuego (Fig. 3); la 2 está representada alrededor de cincuenta veces sobre un famoso monumento solar azteca (Fig. 4).


Fig 4. Imagen azteca de un ciclo cósmico. Al centro, el Quinto Sol representado como en Teotihuacán, rodeado de símbolos de las Edades que lo han precedido. Dos serpientes de fuego forman el círculo exterior. Su carácter ígneo está sugerido por las volutas estrelladas que están sobre las cabezas humanas situadas en la parte inferior de la figura, y por el motivo de la mariposa que recubre los cuerpos de los reptiles. (Museo Nacional de México) 






Figura 8.
La Cruz de Quetzalcóatl constituye el ojo de esta águila solar. Objeto en obsidiana exhumado en la Venta, Tabasco. (Museo Nacional de México.) 
 
 


Figura 9.
La Cruz de Quetzalcóatl, tal como aparece en la representación de la ceremonia del Fuego Nuevo en el Códice Borbónico 


 






Figura 10.
El símbolo de Venus en Teotihuacán y en la jeroglífica maya 


Figura. 11.
El jeroglífico movimiento, (a, b, c, Teotihuacán; d. Códice Borbónico;
e , Códice Florentino;
f,:
Códices Borbónico y Borgia.) 



Figura 12. Cerámica conocida bajo el nombre mazapán 




 




Figura 13. Personajes que figuran en el Paraíso Terrenal pintado al fresco en Teotihuacán 


 


Figura 14. Un Tláloc (Dios de la Lluvia) portador de la cruz de Ouetzalcóatl y de la flor solar que emerge de su boca. (Fresco teotihuacano.) 



 

 





Figura 15. El Dios de la Lluvia que preside al Paraíso Terrenal. Su peluca amarilla y los ojos romboidales de su máscara son características del Dios del Fuego. (Fresco teotihuacano.)   


 



Figura 16. Los signos acuáticos que aparecen en Teotihuacan.






Figura 17. Huehueteotl, viejo Dios del Fuego. Es la primera divinidad surgida en Mesoamérica. (Museo Nacional de México). 


Figura. 18. Dios de la Lluvia pintado al fresco sobre un vaso teotihuacano. Lleva alas de mariposa y el jeroglífico movimiento adorna su pecho. (Museo Nacional de México.) 





Figura 19. Estilizaciones teotihuacanas de mariposas en cerámica.
(Museo de Teotihuacán.) 
 




Figura 20. Monumento azteca esculpido (Museo Nacional de México) .
En la parte inferior, la Diosa de los Ríos (Chalchiuhtlicue): De su cuerpo recostado emerge un nopal cargado de tunas las que simbolizan el corazón humano. El águila que domina la escena representa el Sol. 



Figura 21. El jeroglífico del agua-quemada dos corrientes –una de agua y una de fuego– que se unen. 



Figura 22. Monumento azteca representando a Quetzalcóatl que lleva sobre el pecho el jeroglífico del agua-quemada, emblema de la guerra florida. 


Figura 23. Quetzalcoatl bajo el aspecto de Señor de la Aurora (Tlahuizcalpantecuhtli). (Fresco teotihuacano.) 




Figura 24. El Templo Mayor de Tenochtitlan, según el Códice Florentino. Los dos ídolos representan a Xochipilh llevando en la mano un corazón florecido. 


Figura. 25. El tigre (a la derecha) y el coyote, representaciones respectivas del Sol y de Quetzalcoatl en su peregrinaje subterráneo. (Fresco teotihuacano.)


Figura 26. El Sol de Tierra y Quetzalcóatl bajo su forma animal. (Códice Borbónico.) 



Figura 27. Combate simbólico de un águila y de un tigre. 


Figura 28. Águila solar pintada en un fresco teotihuacano





Figura 29. Cerámica teotihuacana representando un Caballero Águila. (Museo Nacional de México.)   



Figura 30. Caballero Águila pintado en un fresco teotihuacano. 


Figura. 31. Caballero Tigre. (Fresco teotihuacano.) 



Figura 31-A. Caballero Tigre pintado en un fresco teotihuacano descubierto por la autora en febrero de 1956. 



Figura 32. Escena esculpida sobre el tambor que presentamos en la lámina 9. El águila y el tigre evocan la guerra florida que realiza la unión de los contrarios. La figura central representa el Sol en la actitud creadora de movimiento. 



Figura 33. Tigre-pájaro-serpiente esculpido sobre un vaso teotihuacano. 


Figura 34. Tigre-pájaro-serpiente, entidad que simboliza el reencuentro de las tres esferas cósmicas. 


Figura 35. El reencuentro de los diversos planos cósmicos simbolizado en el Códice Vaticano B   



Figura 36. Arbol de la Vida del Códice Borgia. Abajo, la Tierra, arriba, el Cielo. Quetzalcóatl (a la izquierda) y Xochipilli (a la derecha) evocan el movimiento unificador: de descenso el primero de ascensión el segundo. 


Figura 37. Símbolo del Tamoanchan, la patria del género humano.
(Códice Vindobonensis.) 



Figura 38. Águila solar llevando en su pico un corazón humano.
(Escultura de un edificio de Tula, Hidalgo.) 



Figura 39. Representación del corazón humano en Teotihuacán.
Figura 40. Corte longitudinal del corazón extraído. 




Figura 41. Imágenes de cuchillos de obsidiana para el sacrificio.
(Fresco teotihuacano.) 



Figura 42. El Señor de la Aurora alcanzon un corazón
(Fresco teotihuacano.) 




Figura 43. Corazones atravesados. (Códice Borgia.) 




Figura 44. El jeroglífico movimiento, que tiene por centro el emblema de la penitencia: dos cuchillos sacrificiales clavados en un cactus y coronados por un halo de luz. (Fresco teotihuacano.) 


Figura 45. El emblema de la penitencia sobre un monumento azteca. Las volutas de la parte superior representan el planeta Venus. (Museo Nacional de México.)