sábado, 27 de junio de 2009

PROSPECTIVA DEL ESTADO MEXICANO…(de los criollos).


México como país, surgió a partir de un estallido provocado por los criollos para quitarle el poder a los peninsulares. En 1821 los criollos crean “su país” al que indebidamente le llaman México y no Anáhuac, nombre que le habían dado la invadida civilización ancestral a su territorio.

En 1825 el criollo oportunista y envidioso expulsan a los gachupines de “su país” y luchan casi todo el siglo XIX por el poder, hasta que finalmente Porfirio Díaz logra unificar y darle cuerpo al país de los criollos.

En 1921 después de otro estallido social provocado por los E.U. y los criollos del Norte que habían estado excluidos del poder, México inicia otra etapa, ahora bajo una ideología nacionalista asentada en un mar de corrupción.

Pero en 1982 inicia el país de los criollos un proceso económico y social que se dirige a implantar el neoliberalismo y la globalización ordenada por el capital financiero internacional. Sacrificando a los indígenas, los campesinos, los trabajadores, la clase media y los pequeños y mediadnos comerciantes e industriales. El objetivo es insertar en el nuevo modelo global de explotación a la nación de los criollos. Muy pocos criollos se benefician y la mayoría del pueblo se perjudica. Se estanca el desarrollo, el crecimiento, las oportunidades y comienza un deterioro, no solo económico, del gobierno y la sociedad.

Los criollos conservadores empiezan a incursionar en el poder desde los tiempos de Miguel de la Madrid disfrazados de “tecnócratas” y toman abiertamente el poder con el PAN en la presidencia. La incapacidad, ineptitud y soberbia de los criollos conservadores es inconmensurable. Resultaron más corruptos, más obvios y mucho más incompetentes que los criollos liberales (PRI).

El Estado Mexicano se les está desmoronado entre las manos y no alcanzan a darse cuenta de que están llevando a la nación a una catástrofe social. Los niveles de injusticia, abuso e ineptitud. De entrega de la soberanía, de abandono de la autodeterminación y de las responsabilidades sociales del Estado, del desprecio de la identidad nacional y cultural. Del uso de las instituciones al inclinar la balanza en favor de sus intereses económicos y políticos, para hacer impunemente sus negocios. Del uso de la Ley para torcerla y amañarla para salvaguardar sus privilegios y cubrir su corrupción. Pero sobre todo, para usarla en contra de sus enemigos, ha debilitado como nunca al Estado Mexicano.

Estamos al borde del abismo y los criollos conservadores y liberales en su lucha por el poder, no se dan cuenta que se están llevando a la nación a un denigrante retroceso histórico, con un alto costo social.

Dos hechos y una consecuencia nos permiten vislumbrar el futuro de este país de criollos para criollos.

El primero es el crimen de Estado que representa la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo. Los 48 niños, hijos de humildes trabajadores, que habían sido entregados al IMSS, murieron por un afán de privatizar la responsabilidad del Estado y hacer negocios entre los funcionarios, sus familiares y los amigos, en todo el país.

El Estado Mexicano protege a los culpables, los cubre y les da tiempo de que se defiendan y el IMSS esconde la lista de “afortunados subrogadores” para poner a presta nombres y lavarse las manos.

Este crimen es la punta del iceberg de la injusticia al que se ha sometido al pueblo que tiene la desgracia de vivir en el país de los criollos, su país, ese que ellos llaman México. Porque en el aspecto social, alimentario, de salud, de educación, de esparcimiento y recreación. Pero sobre todo, al derecho a tener un trabajo digno, el indígena, el campesino, el empleado, el morenito, el naco, no tienen la mínima oportunidad. No existe oportunidad ni justicia para el 85% de la población de este país.

El segundo es la saña y venganza que el Estado Mexicano de “los criollos” aplica “su justicia” en contra de sus enemigos. El caso de Ignacio del Valle, líder de Atenco al que la justicia pronta y expedita lo condenó en un proceso no muy claro a 45 años de prisión y a pagar 157 mil pesos de multa, razón por la cual ahora la justicia le pretende embargar su casa. Para los amigos de las guarderías subrogadas “gracia y justicia”. Para los enemigos de Atenco, solo “la aplicación brutal de la ley”.

Con estos dos botones de muestra llegamos al uso indebido que los criollos están haciendo del Ejército Mexicano. Único garante de paz y justicia para todos los mexicanos. Ante “una guerra” que declaró unilateralmente el Presidente Felipe Calderón al crimen organizado, y que no tienen un sustento constitucional sólido y menos de estrategia militar. En el que no se sabe bien a bien, quién pelea contra quien, pero que las cifra diaria de muertos es mucho más alta que la que tiene E.U. en Irak y Afganistán. El ejército se ve en medio de un fuego cruzado de oscuros intereses y realizando operaciones para las cuales no ha sido entenado.

Los criollos han metido sus torpes manos en la economía, en la alimentación, en la salud, la educación, la política, en las relaciones internacionales. Error tras error, miopía y ceguera, soberbia y prepotencia, traición a la patria y cinismo. Todo esto en un mar turbulento de corrupción.

El país, en cifras estadísticas y en la calle, va en un franco y alarmante retroceso, se están prendiendo los focos rojos en todos lados y los que están en el poder, la clase política, de todos colores y sabores, lo único que hacen es preocuparse por sus mezquinos intereses personales y de grupo. Se la pasan en el chiquero de la grilla pelando entre sí. El país de los criollos se desmorona y ellos no se dan cuenta, o no les interesa darse cuenta.

Ante todo esto, la historia nos lo enseña, que para restablecer el orden, darle viabilidad al país y restablecer un Estado de Derecho, el ejército en muchos países en estas circunstancias ha tenido que tomar el control ante la ineptitud e incapacidad de los civiles. Eso es lo que no queremos ver en nuestro futuro inmediato, pero por desgracia, pareciera que es la única alternativa en medio del derrumbe.