El Presidente de Estados Unidos llegó al poder en unas elecciones muy cuestionadas y en las que se presume que hubo un fraude. La Guerra Fría había terminado y E.U. ya no tenían “enemigos”, por los cuales mantener la costosa y lucrativa “maquinaria de guerra mundial”. La “guerra al terrorismo” fue la manera de unir al pueblo norteamericano con su dudoso presidente y congelar a sus adversarios políticos, pues quien atacara y cuestionara a Bush…era aliado del terrorismo internacional y un traidor a la patria. La jugada le permitió validarse a Bush como presidente, pero la economía y el pueblo norteamericano ya están pagando los altos costos de un presunto presidente ilegítimo.
En México sucede algo parecido. Desde siempre, no solo el gobierno de México, sino el de todos los países, comenzando por los propios Estados Unidos, que son los mayores consumidores de drogas en el mundo. Han protegido a un cartel y han “luchado en contra del narcotráfico” atacando las redes de sus rivales comerciales.
El narcotráfico es uno de los grandes negocios del mundo, de los más rentables. Por supuesto que los altos niveles de mando, no está en manos de colombianos o mexicanos. Como siempre, “los latinos” son carne de cañón de los zares y sultanes de las drogas, que tienen instaladas sus oficinas en los grandes rascacielos del poder de Estados Unidos.
El Presidente de México, en una operación fallida, pretendió hacer lo mismo que su vecino del Norte, pero con mayores y desastrosos resultados. Para “legalizarse” ante el pueblo, levantó la coladera de la gran cloaca nacional, “la madre de todas las suciedades”, y le declaró la guerra al narcotráfico. La “Caja de Pandora” se abrió y empezó a salir a la luz pública la corrupción y la impunidad que se da en todas las policías del país y en el Sistema de Impartición de la Justicia. Hasta declarar que el 98% de los delitos en México quedan impunes y que el Sistema de Seguridad está infiltrado por el narcotráfico.
Pero no se ha abierto totalmente la “caja de pandora”. Ahora queda claro que el crimen organizado y el narcotráfico, no solamente derrotan matando a honestos policías y soldados sin entrenamiento policial, sino amenazan al propio Estado. Son tan fuertes y prepotentes, tienen tantos apoyos e inmunidad dentro del poder político y económico, que se atreven a prohibir la celebración de las Fiestas Patrias, en la tierra del Presidente. Más claro, ni el agua, “nosotros tenemos el poder” y no necesitamos el “voto por voto”. Apenas comienza la verdadera ofensiva del crimen organizado.
Felipe Calderón, en una torpe medida política, se metió a revolver el inframundo de las oscuras entidades del verdadero PODER. Rompió el corrupto acuerdo de “dejar hacer y dejar pasar” en el que vivía el crimen organizado y el narcotráfico. Metió al ejército en la cueva de los vampiros y las “entidades de la noche” y rompió la estabilidad del país.
Pero aún falta más, por desgracia. Falta que se destapen las cloacas de la corrupción del poder económico, que está metida también en el pantano del narcotráfico. Esta es la verdadera base y estructura del narcotráfico y el crimen organizado, nadie lo quiere decir públicamente. Desde bancos, pasando por empresas y “empresarios” de pantalla, hasta grandes y serias empresas. Algunos de los más importantes “empresarios e inversionistas” de este país y de muchos otros, son prestanombres o capos de estas mega organizaciones criminales.
Falta que de la “Caja de Pandora” salgan los nombres de aquellas instituciones políticas y políticos que están siendo financiados por estas megas empresas trasnacionales del crimen y el narcotráfico. El poder político y el económico que están infiltrado por el narcotráfico y el crimen organizado, son los que están tomando el poder en muchos países del mundo. Y no solamente en países pobres.
Calderón ha sido impugnado por su dudosa elección. En su triunfo, fue apoyado abiertamente, no solamente por Fox y el aparto gubernamental. Fue apoyado absoluta y decididamente para lograr “el dudoso 0.56%” por el PODER ECONÓMICO y POLÍTICO de este país. Desde el mismo Consejo Coordinador Empresarial, las cámaras comerciales e industriales, las empresas trasnacionales, los bancos y por supuesto, las empresas dedicadas a los medios masivos de comunicación. Hasta por los mismos priístas desatacados como Elba Esther Gordillo o perredistas, como Ruth Zavaleta. (No entendemos por que hubo tanta psicosis en contra de su opositor, sí López Obrador y sus tribus, están hechos de la misma materia).
Felipe Caderón cometió el error de declararle la guerra al mismo poder que le dio la presidencia. Y como estamos viendo, esta gente sí es poderosa de verdad. Calderón se está poniendo en grave riesgo a las instituciones, al Estado de Derecho, a la economía y por supuesto, al pueblo de México.